Tras dos meses en los que, sin esperarlo, hemos tenido que cambiar nuestras clases presenciales por otras a distancia u online, de forma apresurada, improvisada y no planificada, es un buen momento para mirar atrás y aprender de los errores para así poder planificar el futuro que, aunque esté lleno de incertidumbres ahora sabemos que puede tener varios caminos.
Durante estos meses se ha escuchado hablar de plataformas y herramientas que no sabíamos ni que existían, pero tampoco hay que volver locos a los alumnos. Hay centros donde han usado para clases por videoconferencia hasta cuatro plataformas diferentes. ¿Es necesario o volvemos locos a los alumnos? Mejor unificar plataformas en el centro. Una única para cada finalidad.
Así, pues, resulta imprescindible que todos los centros elaboremos un plan sobre cómo afrontaríamos las clases a distancia u online, qué plataformas y herramientas, dónde tendríamos los materiales, cómo y dónde haríamos las videoconferencias,... Un plan que conozcan los alumnos desde el primer día de clase en septiembre, reservando las primeras sesiones lectivas para potenciar la competencia digital y que todos conozcan este plan de actuación. Un plan que asuma todo el centro, tanto los profesores que ahora estén como quienes puedan venir, como sucede con el PEC.
Pero, ¿qué es la educación a distancia? Llevo dos meses leyendo y escuchando cómo algunos compañeros solo mandan un pdf con ejercicios y con eso ya han cumplido. Discrepo bastante en que esto sea educación a distancia. Entiendo que en el mes de marzo cuando nos llegó todo de golpe cada uno solventara las cosas como buenamente pudiera. Sí, muchos alumnos a día de hoy aún no tienen conectividad ni dispositivos decentes para seguir la educación a distancia pero, con quienes sí los tienen, ¿cómo lo hacemos?
Además del contacto personal con el alumno por cualquier vía (teléfono, mail, videollamada individual,...) debemos pensar cómo desarrollamos nuestras clases. Es aquí donde creo que resultan imprescindibles dos herramientas. Un aula virtual y una herramienta para videoconferencias. Es cierto que algunas plataformas lo tienen todo integrado pero eso de no saber dónde tienen los servidores y si se cumple con la LOPD me da un poco de no se qué.
El Aula Virtual es un buen lugar para integrar todos los contenidos, bien porque sean accesibles desde la plataforma o bien porque recurran a enlaces externos. Además es un entorno que se puede configurar con privacidad y permite la entrega de actividades en muchos formatos. También es un buen lugar de comunicación para con el alumno ya que las comunicaciones las podemos indicar en el foro y no tenemos la excusa de los alumnos de "profe, no he recibido el mail". Además el Aula Virtual nos ofrece la opción de ver un informe detallado de las conexiones del alumnado.
Por otro lado están las videoconferencias. Es esencial "ver" a los "alumnos" y que nos "vean". No perder ese contacto. Dar clase por videoconferencia nos debe reservar siempre 5 minutos para hablar con los alumnos, de cómo les va, qué les preocupa. Y esos 5 minutos puede ser mucho más. Pero para dar una clase por videoconferencia necesitamos buenas herramientas. O bien apps que hagan de pizarra, por ejemplo, o webcams que nos permitan mostrar con claridad lo que escribimos en un papel o, por qué no, dar la clase online delante de una pizarra.
Sí, creo que la educación online tiene mucho de audiovisual y los videos son importantes. Es más, soy defensor de grabar videos explicativos para que los alumnos puedan ver en cualquier momento, parar ante una duda y retroceder hasta que lo entiendan. Un video puede y debe ser muy didáctico. Un pdf es algo muerto. Un buen profesor en presencial puede ser un mal docentes en distancia. Y viceversa. Afortunadamente la gran mayoría son excelentes en ambas modalidades. Seguro que no me equivoco.
P.D.- Con los alumnos que no tienen acceso a internet o a un dispositivo debemos establecer otra metodología. Aunque la mejor opción es que la administración les dote de esa conectividad y dispositivos.