lunes, 4 de abril de 2016

Carta en defensa de la privacidad de los menores

A continuación dejo una carta elaborada para el MOOC de "Uso seguro y responsable de las TIC" y dirigida a los alumnos de un hipotético centro donde imparta docencia y los alumnos fueran menores de 14 años.

Fuente Pixabay Licencia CC0 Public Domain


Estimadas/os madres y padres

Debido a que desde nuestro centro estamos realizando una campaña para que todos los miembros de la Comunidad Educativa se conciencien de que hay que ayudar a los menores a proteger su privacidad, queremos hacerles partícipes de la misma ya que el rol de la familia en la educación de sus hijos es esencial, por lo que escuelas y familias debemos ir unidos en la protección de los menores.

Así, debemos recordar que son datos de carácter personal, cualquier información numérica, alfabética, gráfica, fotográfica, acústica o de cualquier otro tipo concerniente a personas físicas identificas o identificables, según el artículo 3-a de la LOPD y el artículo 2.1.f de su reglamento. Se consideran datos identificativos el DNI, nombre, apellidos, dirección, imagen, voz, teléfono o firma.

Al encontrarnos en un mundo donde cualquier persona tiene fácil acceso a internet, debemos recordar que por “privacidad” entendemos el control de la información que posee un determinado usuario que se conecta a Internet, interactuando por medio de diversos servicios en línea con los que intercambia datos durante la navegación.

En los últimos años se ha detectado un aumento de casos de ciberacoso, ciberbullyng, grooming, sexting o fraude a los menores, por lo que debemos prevenir formándoles en una cultura y ética digital que les permita actuar correctamente en la red no dejando rastro de datos personales que puedan usar terceros para beneficiarse y realizar alguna de las prácticas citadas anteriormente.

Vuestros/as hijos/as, nuestros/as alumnos/as, deben ser conscientes de la huella digital que dejan, es decir, del conjunto de información sobre su persona expuesta en Internet que conforma una descripción de ellos en el plano digital.

Además, deben ser conscientes de que no deben desvelar datos de terceras personas ya que hay que atender y salvaguardar el derecho al honor, a la intimidad y a la imagen  de terceras personas. Tanto adultos como menores debemos siempre pensar antes de publicar  información que no sólo nos pertenece a nosotros, como fotos o videos en los que aparezcan otras personas, ya que si no contamos con su permiso no podemos hacerlo y sería denunciable.

Finalmente, queríamos recordarle que los menores de 14 años no pueden registrarse ni participar en redes sociales salvo que cuenten con su autorización, por lo que es importante que tengan conocimiento de la actividad digital de sus hijos.

Entre todos debemos actuar y concienciar no solo a nuestros hijos, sino también a todo aquel menor a quien podamos servirle de ejemplo, para que actúen correctamente no solo en su vida diaria sino también en su vida digital.


Contamos con su colaboración


Lectura compartida entre Centros de Educación para Adultos

Recientemente se ha creado una comunidad de docentes de Educación para Adultos en Facebook y un usuario de Twitter @fadultos para difundir experiencias de estas enseñanzas, así como para poner en contacto a docentes de toda España.
Pues bien, ya se ha propuesto la primera actividad intercentros de educación para adultos abierta a nivel nacional, y cuyas bases se encuentran en el citado grupo de Facebook 
Se trata de una lectura compartida por Centros de Educación para Adultos de España. ¿Quién se apunta?


Los centros interesados deberán inscribirse en http://bit.ly/lecturacompartida antes del 10 de abril.

Fuente: Pixabay Licencia CC0 Domain Public
BASES
  • El alumnado de cada centro grabará en video un fragmento del Quijote con motivo del Día del Libro. 
  • El texto asignado a cada centro será asignado por la organización en los plazos establecidos. 
  • El producto final será un video único formado por todos los videos realizados y que representen una lectura continuada de un fragmento del Quijote.
PLAZOS
  • Inscripciones hasta el domingo 10 de abril
  • Asignación de textos entre el 11 y el 13 de abril
  • Grabación de lecturas en video (formato mp4) entre el 14 y el 22 de abril
  • Envío del video antes de las 15h del 22 de abril al correo educadultos1@gmail.com. Si ocupa mucho, se puede subir a dropbox u otro espacio y enlazar. Se recomienda entregar un video ya limpio, ajustado a la lectura, que no pese mucho, y de calidad.
  • Difusión del video final (unión de todas las lecturas) el sábado 23 de abril. El video se colgará en este espacio y se difundirá en Twitter a través de @fadultos Se solicita la difusión por parte de todos los participantes del video en Twitter y Facebook bajo la etiqueta ‪#‎fadultos‬.

sábado, 2 de abril de 2016

¿Te has buscado en Google alguna vez?

Tan importante es nuestra reputación en la vida real, la denominada 1.0, como en la vida virtual, la 2.0. Hoy podemos encontrar de todo en internet, y por lo tanto, también nos podemos encontrar a nosotros mismos. Podemos encontrar lo que en algún momento hemos publicado o dicho, pero también podemos toparnos con los comentarios que otras personas han hecho de nosotros. ¿Será todo bueno o malo? ¿Qué huellas hemos dejado por el camino? ¿Se habrán borrado o están a la vista de todos?

Fuente: Pixabay Licencia CC0 Public Domain

Antes de proceder a realizar un análisis de lo que dice de mí Google, comentaré un caso que me sucedió y que es una muestra de por qué debemos controlar nuestra identidad digital y cualquier situación que nos pueda ser desfavorable.

Hace muchos años, cuando era un crío, fuí a sacar prestado un libro en la biblioteca de mi ciudad, Cuenca. De repente me dicen que no puedo sacar libros porque aún no he devuelto uno. Después de mucho discutir encontramos el problema. Había otro chico con mi mismo nombre y apellidos en la misma ciudad, una ciudad de entonces menos de 50.000 habitantes, y habían cruzado las fichas de usuarios con los libros que habíamos sacado. Sí, entonces aún las cosas funcionaban con un trozo de cartón y sin ordenadores ni bases de datos para registrar los libros prestados.

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Pues bien, más de veinte años después un día me dio por buscar mi nombre, cosa que hago periódicamente, y encuentro que según el Boletín Oficial de la Diputación de Cuenca tengo una deuda con la Seguridad Social. Me asusté mucho, pero después de varias llamadas se resolvió el entuerto y se trataba de ese chico del que conocí su identidad gracias al cruce de carnets en la biblioteca. 

Pero claro, si alguien que no soy yo me hubiera encontrado en ese momento hubiera dicho, ¡vaya con Diego, es un moroso! Y lo haría equivocadamente, pero la coincidencia a veces juegan malas pasadas.

Dicho todo esto voy a proceder a analizar una búsqueda sobre mi nombre y apellidos a ver qué me encuentro en el día de hoy. Hay que recordar que las búsquedas cambian con el tiempo ya que el algoritmo de los buscadores cambia sus criterios con cierta periodicidad, además de que hay páginas que desaparecen por un lado, y nuevas publicaciones ven la luz por el otro.

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Cierro mis cuentas activas en el navegador en Gmail, Twitter, Facebook,...y limpio el historial, caché, cookies, y el resultado es el siguiente:

En la primera página de la búsqueda, quitando la primera página que es una cuenta de Facebook de otra persona, el resto son resultados sobre mi persona que se corresponden a mi perfil de LinkedIn, y artículos sobre experiencias de aula que se recogen en las páginas de Educalab, El País, Ciberespiral, Educared, Bibliotecaescolardigital, e incluso un manual de Diigo que publiqué hace años.

Si paso a la segunda página de la búsqueda me encuentro con más páginas sobre mí, en concreto sobre premios de innovación, proyectos y un antiguo blog, así como el BOE en el que se me nombra funcionario de carrera. Incluso en las siguientes página encuentro información mía similar, pero...¿cuánta gente busca más allá de la segunda página de búsqueda? 

Si miro en las imágenes de Google la primera es la que uso en todas las redes sociales, aunque en la búsqueda me acompañan muchas otras imágenes de desconocidos para mí.

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Obvié indicar que esta búsqueda la realicé sin usar las comillas. Si la repito usándolas, y en el orden nombre y apellidos, la búsqueda es muy similar. En cambio, la  cosa cambia si busco con comillas pero dejando el nombre para el final. En este caso casi todos los resultados se corresponden a ese niño de la biblioteca que hoy tiene una pequeña empresa y su nombre aparece en las páginas que realizan informes de la situación y administradores de empresas. 

Afortunadamente casi cualquier mortal que me quiera buscar lo hará con el nombre por delante e intuyo que sin las comillas, así que estoy satisfecho con la identidad digital que muestra el buscador sobre mí, pues solo encontramos referencias a experiencias y proyectos educativos en los que he participado, es decir, muestra mi perfil profesional en toda su dimensión.